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VACHERON CONSTANTIN - MÉTIERS D’ART La Symbolique Des Laques

Tercer y último juego de relojes de una coleccion excepcional

Aventura humana, invitación a descubrir un universo en el que coexisten el saber hacer y la innovación: la colección Métiers d’Art La Symbolique des Laques es fruto del encuentro entre los artistas de Zôhiko, una de las casas de lacado más antiguas de Japón, situada en Kioto desde que fue fundada en 1661, y la manufactura de relojes más antigua del mundo, con una producción ininterrumpida desde su creación en 1755.

VACHERON CONSTANTIN - MÉTIERS D’ART La Symbolique Des LaquesUn puente cultural entre Oriente y Occidente

Los artesanos de la casa Zôhiko, expertos reconocidos en el arte del «maki-e», perpetúan una tradición de basada en la continuidad artística y en una creatividad que se renueva constantemente. «Maki-e» significa literalmente «dibujo espolvoreado». Esta técnica, la más sofisticada del arte del lacado, consiste en hacer un dibujo esparciendo delicadamente polvo de oro o de plata sobre la laca fresca, generalmente negra. La laca procede de la savia del Rhus verniciflua, un árbol originario de las tierras altas de Asia central y el Tíbet, que ya solo crece en el sur de China, Vietnam y Japón. El «maki-e», que surge en un período temprano de la historia de Japón, alcanza su punto álgido entre los siglos VIII y XII y se convierte en la principal técnica de decoración del siglo XVII, permaneciendo hasta la fecha.

La manufactura Vacheron Constantin sabe qué significa el tiempo y respeta el ritmo natural de toda creación excepcional. Fiel al espíritu de los relojes Métiers d’Art, la colección Métiers d’Art La Symbolique des Laques se ha producido en tres años, cada uno de los cuales ha visto nacer una nueva serie limitada de 20 estuches con tres relojes.

La práctica de la contemplación

La tercera y última serie de relojes de la colección rinde homenaje a la belleza natural de las estaciones, llamada «Setsugekka». Los estilos de vida japoneses han evolucionado con el tiempo, nutriéndose de la polifacética tradición de la contemplación. Esta facultad japonesa para hacer del placer de saborear la gracia efímera de la naturaleza todo un arte se plasma en los relojes «Hanami Tsukimi Yukimi»: tres cambios de estación (primavera, otoño e invierno) y tres símbolos enraizados en el patrimonio y los rituales japoneses. Se tardó nada menos que siete meses en fabricar las dos esferas de cada modelo. Los símbolos (copos de nieve, flores de cerezo y la luna llena) acompañan armoniosamente a las horas, y el calibre esqueleto y extraplano 1003 también realza su atractivo.

Este movimiento legendario, fabricado en un delicadísimo oro de 18 quilates, está bañado en rutenio, con el fin de armonizar con las esferas, en un humilde homenaje a la consumada excelencia del arte del «maki-e». El calibre 1003, distinguido con el Punzón de Ginebra, no solo es la máxima expresión de la excelencia, al más puro estilo tradicional de la relojería ginebrina, sino también un movimiento de referencia en la historia de la alta relojería. Con solo 1,64 mm de grosor, es el movimiento de carga manual más plano del mundo, y se ha diseñado, desarrollado y manufacturado íntegramente en los talleres de Vacheron Constantin. Los cristales de zafiro a ambos lados de la caja del reloj permiten contemplar su excepcional trabajo artístico así como los acabados realizados a mano de biselado, grabado y estirado. La sobriedad de la caja redonda que enmarca este movimiento excepcional, y las dos esferas lacadas al estilo «maki-e» evocan la cultura japonesa y reflejan el espíritu zen de la colección.

Reloj «Hanami»: La contemplación de las flores en primavera

Los cerezos en flor son un fenómeno estacional típico de Japón que simboliza la renovación. De marzo a principios de mayo, los cerezos se visten de rosa e inundan el país con una lluvia de pétalos, como tantos otros símbolos de pureza, integridad y longevidad. Dada la extensión del país, los árboles no florecen al mismo tiempo en todas las regiones. La práctica del «Hanami» o contemplación de las flores, ha marcado y determinado la imaginación de los japoneses desde principios de los tiempos.

Las flores de los cerezos suelen asociarse a los sauces llorones, y sus respectivos tonos rosas y verdes irradian una atractiva armonía cromática. La esfera del reloj «Hanami» se distingue por la gracia de las flores en plena eclosión, mientras que las hojas del sauce acarician el fondo con un movimiento que ilumina la delicadeza de la decoración. El típico puente japonés que une las dos orillas del riachuelo de un parque remata el paisaje y le confiere una tremenda serenidad.

Reloj «Tsukimi»: La contemplación de la luna en otoño

La contemplación de la luna llena por la noche (o «TSUKIMI») rinde homenaje a la primera luna llena del otoño. Esta costumbre de origen chino se introdujo en Japón en el período Heian (794-1185). En aquella época, los nobles de la corte imperial japonesa se reunían para componer poemas y escuchar música a la luz de la luna. La contemplación de la luna llena en septiembre se convirtió en una costumbre popular en el período Edo (1603-1868), y los campesinos la incorporaron a los rituales que marcaban el fin de la cosecha. En la cultura japonesa, la luna llena semioculta tras las nubes se considera el colmo del refinamiento y la elegancia.

En el reloj «Tsukimi», las nubes suspendidas sobre la laca negra de la esfera conforman una suerte de trampantojo en una gradación de discretos tonos nebulosos que acompañan a la luna llena. Los arces japoneses, vestidos de un rojo vivo otoñal, decoran el fondo del reloj junto a un portal «torii», típico de los santuarios sintoístas, donde éste separa la zona sagrada, del entorno maligno. Este detalle recuerda hasta qué punto se aferran los japoneses a sus tradiciones.

Reloj «Yukimi»: La contemplación de la nieve en invierno

La tradición llamada «YUKUMI» tiene lugar en invierno. En esta estación, los japoneses se deleitan con la contemplación de la nieve que cae suavemente. Los silenciosos y lentos copos de nieve, el aire gélido y la serenidad del momento se suelen disfrutar en compañía. Los nipones utilizan unas estructuras cónicas de cuerda y bambú llamadas «YUKIZURI» para proteger los árboles de la nieve pesada y espesa, que podría quebrarlos.

El reloj «Yukumi» representa este ritual invernal. En la esfera delantera, unos delicados cristales de nieve se perfilan sobre la laca negra de la esfera. En la trasera, la fascinante geometría de los «Yukizuri» aporta una discreta elegancia revelada por el polvo de oro del «maki-e». En algunos jardines, se suelen encender los «Yukizori» por la noche, y sus destellos dorados transforman el paisaje en un paraíso invernal.

Movimiento 1003 SQ esqueleto, extraplano, de oro de 18 quilates y bañado en rutenio desarrollado y manufacturado por Vacheron Constantin Distinguido con el Punzón de Ginebra
Funciones Horas, minutos
Cajas Oro blanco de 18 quilates/Oro rosa 4N de 18 quilates
Diámetro 40 mm
Grosor 7,50 mm
Probada a una presión de 3 bares (equivalente a 30 metros de profundidad)
Esferas Esferas dobles: oro de 18 quilates, lacado mediante la técnica japonesa maki-e
Correa/Hebilla Negra, piel de Alligator mississippiensis, escamas cuadradas y grandes
Hebilla ardillón en oro blanco de 18 quilates u oro rosa 4N de 18 quilates media cruz de Malta pulida
Referencias Serie limitada a 20 juegos con tres relojes cada uno.
33222/000R-9701 - primavera
33222/000R-9704 - otoño
33222/000G-9706 - invierno
 

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